En las emisoras y canales
de televisión , todos hemos tenido alguna vez el PLA-CER de ver a unos personajes que curan
con velas, inciensos, cartas del Tarot, hasta con la lectura de la palma
de una mano a cada pobre, enfermo y/o despechado. Este país no disfruta nada
como ver presentando a Jota Mario y que la cámara luego pase a “Jazmín”, o al Mauricio
Puerta que esté de turno.
Así, después de un simple
día de estudio o de trabajo, usted maldice por enésima vez la falta de
inteligencia y de pelo de Jota Mario, quien da pie a que un tipo lo haya
convencido de que su futuro está escrito.
Astrólogos, palmólogos,
velólogos, cartólogos, inciensólogos, brujos y síquicos llenan esos vacíos de
los que se colma el alma humana. Pero no son los únicos que se adueñan de nuestro futuro.
El futuro es lo que más
exploran, de lo que más hablan economistas y financieros. Se
ponen metas como “el objetivo de este año es llegar a crecer… hasta un 7%”.Así, hablando, usan la palabra tendencia para decir lo que puede pasar con respecto a unos factores que mueven como
si jugaran parqués: borrachos y apostando. Iguales fueron las versiones simplistas de Marx que predijeron el comunismo; pero no a Stalin y a sus gulags. Y ni hablar de Adam Smith y su mano invisible, que como buena mano de obra, jamás llegó a trabajar.
Con el futuro juegan a
las cartas, a la ruleta; si es rusa mejor: porque así logran sacar más factores
de la ecuación. Es decir, cuando no logran predecir que tres buques de comida no podrían llegar a Somalia,
morirán millones de personas de hambre. Y, como buenos analistas, lo dicen como si de electrocutar
estudiantes se tratara. Después, frente
a una cámara, se explican, aduciendo que lo que predijeron no pasó porque no
contemplaron que Grecia estaba en la ruina.
Peor es cuando se meten
con el presente y deciden qué pilas debe ponerse cada país para llegar a darse
un mejor futuro. Por ejemplo, a Estados
Unidos ya no lo dejan ponerse pilas triple A. Y como no tiene capacidad de usar
mejores baterías, crecerá la deuda de la Roma del siglo XX.

Por eso, en nuestra opinión, siempre será mejor
la decepción personal, la que proviene de un astrólogo que nos saca de la pobreza, de la enfermedad y
del verano a diario, que la de ver cómo se explica la muerte de millones de niños, hecho que le deja menos factores para analizar a los economistas.
Lo cierto es que, ambos, astrólogos y
financieros, son lo mismo. Bueno, no exactamente: los primeros no tienen que salir justificándose en el noticiero.
¡Se ha pulido mucho, me encantó! El título está genial a propósito de la Futurología, mi vicio preferido. Me reí y lo disfruté.
ResponderEliminarCreo que este capítulo le va a encantar:
http://latinsouthpark.blogspot.com/2010/02/villa-margarita.html#more
Gracias. Seguimos haciendo lo posible para coprorefinarnos.
ResponderEliminar...traigo
ResponderEliminarecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
COPROLUCUENCIA
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE LABERINTO ROJO LEYENDAS DE PASIÓN, BAILANDO CON LOBOS, THE ARTIST, TITANIC SIÉNTEME DE CRIADAS Y SEÑORAS, FLOR DE PASCUA …
José
Ramón...